LIBERARTE es una escuela de teatro musical como muchas otras que existen , Pero LIBERARTE también es una escuela de teatro musical como ninguna otra de las que existen en el PERÚ y eso se debe a que esta escuela tiene dos atributos únicos: su alumnado y su director.
Su director se llama Jonathan Oliveros, es comunicador social, actor, director y pedagogo teatral. Su desempeño como actor lo llevó poco después al terreno de la enseñanza, donde descubrió su vocación por la docencia. Fue en este terreno donde encontró, años después, ese alumnado particular que caracteriza a su escuela y es que LIBERARTE TALLERES es la primera escuela de teatro musical para niños, jóvenes y adultos neurodiversos, chicos con grandes habilidades y capacidades; que al subir al escenario nos hacen olvidar al público algún tipo de discapacidad, ellos aman el escenario y lo hacen suyo cuando forman parte de él.
LIBERARTE se funda un mes de enero del año 2007, y conforma la primera escuela de teatro musical para niños y jóvenes con algún tipo de discapacidad. Fue fundada por su director, Jonathan Oliveros, quien ya cuenta con muchos años de experiencia en el campo de la enseñanza de teatro para jóvenes desde su participación en la plana docente de LA TARUMBA, Teatro-circo –música.
Jonathan Oliveros es comunicador y actor, formado en la universidad San Martín de Porres. Es a través del taller de teatro de la universidad que él descubre su pasión por el teatro. A partir de ahí comienza su formación como actor, primero en el Centro Peruano de Teatro, para trasladarse luego a La Tarumba, donde luego pasó a formar parte de la plana docente de la escuela en el año 2000. Fue casi un accidente, entonces, que Jonathan se viera involucrado en la labor de la enseñanza, ya que él no lo buscó de forma directa. Una vez que fue invitado para enseñar a los jóvenes alumnos de La Tarumba, es por medio de una sicóloga de la escuela, que llega a tener su primera experiencia en el manejo de talleres de teatro para jóvenes neurodiversos, con la institución IDEA en el año 2001. IDEA fue una propuesta de Mónica Benavente para desarrollar las habilidades de jóvenes con distintas discapacidades por medio de las diversas disciplinas artísticas existentes, es decir, la estimulación de las habilidades por medio de la pintura, la música, el teatro, etc. Jonathan tenía bajo su responsabilidad el taller de teatro. Es en este lugar donde empieza su búsqueda de la forma más efectiva para desarrollar las habilidades de sus alumnos. Nos cuenta que entre las dificultades que enfrentó estaban: déficit grande de atención, ritmo, aprendizaje lento, problemas para la dicción y la comunicación, etc. Diversos métodos de enseñanza del teatro, por medio de la improvisación, los juegos en grupo, el diálogo constante, probaron ser más o menos efectivos. Entonces, a través de esta búsqueda, decidió intentar con el teatro musical, lo que le dio resultados óptimos. A partir de este momento elige al teatro musical como herramienta principal para desarrollar las habilidades y eliminar las dificultades con las que pueden contar sus alumnos. Es ahí donde se forja la semilla de LIBERARTE.
Poco después de trabajar con IDEA, Jonathan es invitado a enseñar en San Juan Bosco, colegio especializado en la formación de jóvenes especiales. Su labor en ambas instituciones, IDEA y San Juan Bosco, duró cinco años, del 2001 al 2006, y le sirvió para pulir su forma particular de enseñanza teatral mediante el teatro musical.
En este lapso de tiempo crea su primer espectáculo con sus alumnos, “El mago de Oz”, basado en la película musical del mismo nombre, y que contaba con protagonistas ambos talleres. El espectáculo era sencillo, y contaba con pistas cantadas sobre las cuales sus alumnos hacían fono mímica. Se dio cuenta en ese momento que un espectáculo con alumnos con “discapacidad” no tenía por qué tener algo que envidiarle a un espectáculo profesional.
Al año siguiente, Jonathan se asocia con Gloria María Solari, quien le brinda un espacio en el local de su institución Escena Perú, para que pueda dictar las clases de su recién inaugurada escuela, LIBERARTE.
LIBERARTE nace como el siguiente paso en el método de enseñanza que venía implementando desde sus días con IDEA. “Buscaba desarrollar una metodología más organizada, más completa, como el de una escuela” nos cuenta Jonathan, y fue así como empezó LIBERARTE, escuela de teatro musical para jóvenes neurodiversos.
Su cantidad de alumnos iba en aumento, por lo que el espacio que tenía en el local de Escena Perú le quedó corto. Entonces decide independizarse y llevar LIBERARTE él solo. Gracias a su trabajo paralelo como actor, con distintos grupos teatrales, entre ellos PUESTA y Espacio Libre, es que conoce a Ricardo Morante, director del grupo de teatro Aqualuna, quien lo invita para que participe en la obra “Sargento Canuto”, con un papel protagónico. Ricardo Morante, además de director de Aqualuna, es administrador del Teatro Auditorio Miraflores, que se ubica en la Av. Larco del distrito mencionado. Gracias a esta coincidencia es que Jonathan es invitado a llevar LIBERARTE al espacio de Larco.
El Teatro Auditorio Miraflores se convertiría luego en la sede principal para la escuela LIBERARTE. “Fue una feliz segunda coincidencia”, nos cuenta Jonathan, y cuesta no sorprenderse por el feliz azar que le ha tocado. “Fue coincidencia que justo decidiera estudiar en La Tarumba, habiendo tantas otras escuelas de teatro. Y fue también coincidencia que justo cuando yo enseñaba, estuviera una persona, quien me dio mi primera oportunidad en la enseñanza de jóvenes con discapacidad. Y de alguna forma fue otra gran coincidencia que, en uno de mis trabajos teatrales, pudiera conocer a Ricardo que, mira como es la vida, fuera y sigue siendo el administrador del Teatro Auditorio Miraflores, donde me invitaría para poder llevar LIBERARTE”, reflexiona Jonathan, con cierto asombro.
Su creación de espectáculos de teatro musical no cesa, y estrena, entra otras obras, las siguientes: La cenicienta (año 2008, basado en la película animada de Disney); La otra historia de Pinocho (año 2009, basado en la obra de Carlo Collodi); El mundo de Oz (año 2010, basado en la película “El Mago de Oz”); Anita, la huerfanita (año 2011, basado en el musical Annie). Este año está presentando el espectáculo DO RE MI, basado en el musical “The Sound of Music”, La sirenita, Shrek el musical, la familia Addams, La Bella y la Bestia, Mamma Mia, Grease, Hairspray, Aladino, entre otras tanto en el Teatro Auditorio Miraflores como también el Auditorio del Colegio Santa Úrsula.
Años más adelante conocería a Chela De Ferrari Directora Artística del Teatro La Plaza y con quien se enrumba en un hermoso proyecto “HAMLET” que dura 3 años y con giras internacionales.
“Estos años han sido particularmente muy buenos para la escuela, y para los alumnos también, por supuesto”, comenta Jonathan, a propósito de la amplia cobertura que le han brindado los medios de comunicación. Ha dado entrevistas para radio, Tv, prensa escrita, y la obra, que ya se ha estrenado, se ha visto beneficiado con llenos totales y localidades agotadas antes de la función. “Se debe en parte a mi participación en el concurso organizado por el banco Interbank, el año pasado”. Jonathan se refiere al concurso que organiza dicha institución financiera “Historias de Tiempo” y que premia a las personas que dedican su vida a realizar la actividad que más les apasiona. En el caso de Jonathan, esta era la enseñanza en su escuela LIBERARTE. Aunque no ganó el concurso, quedó en el tercer puesto, y la exposición mediática que experimentó le fue muy beneficiosa para su escuela. De pronto los medios querían conocerlo a él y también a sus alumnos. “El éxito no se debe tanto por mí como por ellos”, confiesa Jonathan, refiriéndose a la razón de ser de su vida, sus alumnos de LIBERARTE.
Si bien las autoridades estatales no le han brindado apoyo expreso, tampoco se le han cerrado puertas para seguir desempeñando su labor. Ha encontrado respaldo en diversas instituciones privadas, eso sí, que le ayudan a completar el presupuesto de sus espectáculos. Sin embargo, la mayor parte del presupuesto viene siempre de su propio bolsillo. “No me molesta invertir dinero, ya que lo que quiero es brindar un espectáculo de calidad, que esté a la altura de las ambiciones de mis alumnos”, nos dice Jonathan, y tienen mucha razón. Al ver a sus alumnos, llenos de energía y desbordantes de talento, uno no demora en darse cuenta de que el escenario les queda chico.
Los espectáculos de LIBERARTE rebosan de vida y color, tanto como sus alumnos. Los alumnos son fiel reflejo de su director, Jonathan Oliveros, es decir, son entrega pura y desinteresada, pasión por el teatro y respeto por el escenario. LIBERARTE es una fuerza teatral imparable, y de ahora en adelante, insoslayable.
Rafael Flores Figueroa